Tras la visita del canciller alemán Olaf Scholz a Moscú este martes, Vladimir Putin anunció el retiro de algunas tropas desplegadas en la frontera con Ucrania. Aunque las tensiones entre Rusia y su vecino del sudoeste parecen aliviarse, al menos en lo discursivo, el secretario general de la OTAN advirtió ayer que fuerzas militares rusas continúan llegando a la frontera con Ucrania. Esta semana, con el inicio de la Conferencia de Seguridad de Múnich, la ausencia de Rusia entre sus asistentes resalta el antagonismo que aún persiste entre el gigante euroasiático y gran parte de Occidente.
Mientras una salida definitiva a la crisis todavía se encuentra lejos, nos preguntamos si este recelo se limita al nivel de la política internacional o si también está presente en los sentimientos de la población rusa. Según un sondeo del Levada Center, una organización no gubernamental rusa, dos tercios de los encuestados en ese país considera a Estados Unidos como un enemigo. Teniendo en cuenta la anexión de Crimea por parte de Rusia y la subsecuente guerra en el este de Ucrania desde 2014, no sorprende que un 40% de las respuestas clasifiquen a Ucrania como un enemigo de Rusia. En esta lista de principales adversarios la opinión pública rusa también incluye al Reino Unido (28%), Letonia y Polonia (ambos con un 21%) y Lituania (20%).
Del lado de los aliados, el 58% de los encuestados indican a Bielorrusia como el país amigo más cercano a Rusia, seguido de China (38%), Kazajstán (34%), Armenia (16%) y la India (13%).