Pese a que el número de mujeres en las funciones más altas del poder político sigue aumentando, continúa habiendo desigualdades entre los géneros. El promedio global de la proporción de mujeres en las cámaras bajas o únicas de los parlamentos nacionales alcanzó un 26% en enero de este año, según los datos más recientes de la Unión Interparlamentaria (UIP).
Por países, el que posee el parlamento con mayor representación femenina es Ruanda, con un 61,3% del total. De los 80 escaños que componen su Cámara Baja, 49 están ocupados por mujeres. Desde el final del terrible genocidio ruandés de 1994, que dejó casi un millón de muertos y una población compuesta por un 60-70% de mujeres, Ruanda ha adoptado una serie de medidas para promover la igualdad de género. En 2003, la nueva Constitución consagró la igualdad de género como principio fundamental, incluyendo una cuota del 30% para las mujeres en los órganos de decisión del Estado. En la actualidad, el país ha superado con creces este umbral.
Después de Ruanda, los países con mayor porcentaje de mujeres en sus congresos son Cuba (53,4%), Nicaragua (50,6%), México (50%) y Emiratos Árabes Unidos (50%). En el caso de México, la cifra se refiere a su Cámara de Diputados, donde las mujeres ocupan 250 escaños de un total de 500. Así pues, son cinco los países que cuentan con al menos un 50% de mujeres en sus órganos legislativos nacionales, y tres de ellos son latinoamericanos. En Europa, el país con mayor participación de mujeres en el parlamento es Islandia (47,6%), mientras que en España la proporción de mujeres en el Congreso de los Diputados es del 43%.