No cabe duda de que, para algunos, la religión desempeña un papel destacado en sus vidas. Otras personas, en cambio, no se sienten atraídas por ninguna creencia religiosa. Según la macroencuesta Statista Global Consumer Survey, realizada entre enero y diciembre del año pasado, apenas el 21% de la población adulta entrevistada en China afirma seguir algún tipo de credo religioso, el porcentaje más bajo entre los 56 países incluidos en el estudio. En el extremo opuesto se sitúan Indonesia y Pakistán, ambos con el 99% de los participantes asegurando profesar una religión.
En Europa, República Checa (28%) es el país con menos personas que se declaran creyentes, mientras que Rumanía se alza como el más religioso (91%). Por su parte, el 59% de los encuestados en España afirman adherirse a un credo, valor idéntico al registrado en otros países europeos como Austria, Suiza, Alemania y Dinamarca.
Chile es el país de América Latina que menos población religiosa tiene, con seis de cada diez encuestados describiéndose como religiosos. En el otro extremo se ubica Perú, donde un 82% de los participantes en el sondeo aseguran aceptar y seguir una confesión.