El coronavirus tiene sumida a Europa en una tercera ola ante la que los distintos gobiernos ya están tomando medidas. Alemania, Italia o el Reino Unido son algunos de los países que han retomado algunas de las restricciones que ya aplicaron durante la primera ola a fin de contener la pandemia. Otros se muestran reticentes a recurrir a confinamientos totales como los que se decretaron en los meses de marzo y abril. Además, en países como Dinamarca o Países Bajos se han producido en los últimos días protestas contra las restricciones impuestas por el virus.
Con casi 2,5 millones de contagios, en España son muchas las comunidades autónomas que han optado por endurecer sus restricciones en los últimos días. El cierre adelantado o total de comercios y hostelería, así como el toque de queda y los confinamientos perimetrales son algunas de las medidas que se han adoptado.
Francia se encuentra actualmente en toque de queda nacional, complementado con el cierre de restaurantes, una táctica que también aplican Bélgica y Luxemburgo. Se han aplicado más toques de queda nacionales en zonas menos afectadas de Europa oriental y sudoriental, por ejemplo en Hungría, Rumanía, Turquía y Albania. A pesar de los rumores, todavía no se ha implantado un toque de queda en Alemania. El país aplicó un cierre nacional el 2 de noviembre, poco después de que se acelerara la propagación del virus, pero no cerró los comercios no esenciales hasta mediados de diciembre. Los países escandinavos aún no han impuesto grandes restricciones. Noruega, por ejemplo, permite reuniones en interiores de hasta 200 personas, pero sólo si se respeta la distancia de seguridad.