Desde que se desató la pandemia del coronavirus, el sector de la aviación ha sido uno de los más golpeados. Las aerolíneas comerciales de todo el mundo se vieron forzadas a mantener su flota estacionada tras la suspensión de la mayor parte del tráfico aéreo. En las últimas semanas, muchas empresas de aviación han dado signos de estar atravesando tiempos de zozobra financiera debido a esta situación. Particularmente en América Latina, las compañías aéreas Avianca y LATAM parecen no remontar vuelo. El pasado 25 de mayo LATAM anunció el inicio de un proceso voluntario de restructuración de su deuda, declarándose en bancarrota en territorio estadounidense y siguiendo los pasos de la mayor aerolínea colombiana, Avianca, que había hecho lo propio el 10 de mayo.
LATAM Airlines surgió en 2015 de la fusión de las principales aerolíneas de Chile (LAN) y Brasil (TAM). Con sede en Santiago de Chile, fue la compañía aérea con más ingresos de toda América Latina en 2019, superando los 10.400 millones de dólares estadounidenses. Así, LATAM llegó a facturar más del doble que Avianca, cuyos ingresos operativos rondaban los 4.600 millones de dólares, y casi tres veces los ingresos de Aeroméxico, la aerolínea de bandera de la nación azteca.