Ningún partido político tenía en su programa de gobierno la gestión de una pandemia mundial y de una crisis sanitaria mayúscula ni el rescate y puesta en marcha de la economía tras su casi completa paralización. Y los asesores expertos en epidemiología de las administraciones, a pesar de ser especialistas experimentados, no contaban (ni cuentan) con información completa sobre las características y tratamiento del virus SARS-CoV-2. A este escenario de incertidumbre se han enfrentado todos los gobiernos, con unos resultados, sin embargo, muy heterogéneos a ojos de los ciudadanos.
Tal y como recoge una encuesta realizada repetidamente desde marzo en distintos países del mundo por YouGov, en Europa los países del norte del continente se han enfrentado en general a la pandemia de una forma más satisfactoria según la opinión de sus ciudadanos. Este es el caso de Noruega y Finlandia, por ejemplo, Estados en los que más del 75% de la población afirma que sus gobiernos han gestionado la crisis de la COVID-19 "muy" o "relativamente" bien. Las administraciones de Reino Unido, España y Francia obtienen, en cambio, la peor nota de la decena de territorios analizados por YouGov, con menos del 50% de opiniones favorables. En el caso de España, el 43% de los encuestados, es decir, menos de la mitad, aprobaban el pasado 8 de mayo la gestión del Ejecutivo de Pedro Sánchez.