Amazon ya ha dado el pistoletazo de salida a sus promociones del Black Friday, por lo que los trabajadores de la empresa están preparados para los que probablemente serán los días más estresantes del año. Desde los trabajadores de los almacenes hasta los repartidores, todos los eslabones de la cadena de suministro estarán al límite, ya que millones de consumidores de todo el mundo están ansiosos por gastar su dinero en lo que se supone que son las mejores ofertas del año.
Los ingresos del gigante del comercio electrónico suelen aumentar entre un 40% y un 60% en el trimestre navideño en comparación con el resto del año, lo que exige un enorme esfuerzo logístico por parte de la compañía. Tal y como muestra esta infografía de Statista, cada año, Amazon contrata a miles de trabajadores estacionales para reforzar los centros de distribución y de servicio al cliente.
Sin embargo, este año será un poco diferente a los anteriores, ya que los trabajadores de Amazon de al menos 20 países están planeando llevar a cabo huelgas, protestas y manifestaciones durante el Black Friday. La principal reivindicación de la coalición internacional "Haz que Amazon pague" ("Make Amazon pay"), formada por más de 70 sindicatos, movimientos de la sociedad civil, ecologistas y organismos de control fiscal es que Amazon pague a sus trabajadores salarios decentes, respete las normas medioambientales y pague los impuestos que le corresponden. Aunque es poco probable que las protestas hagan mella en la bien engrasada cadena de suministro de Amazon, sí podrían concienciar sobre la situación de cientos de miles de trabajadores de la compañía.