En un alto número de países la falta de instalaciones sanitarias obliga a sus ciudadanos a hacer sus necesidades al aire libre, lo que contribuye a la propagación de enfermedades, algunas de ellas potencialmente letales. De hecho, la Organización Mundial de la Salud calcula que en 2020 la cantidad de personas que tenían que practicar lo que se conoce como "defecación al aire libre" superaba los 490 millones. Esta cifra era, no obstante, casi el triple en el año 2000, con 1.300 millones de habitantes que representaban el 21% de la población del planeta.
Hoy se celebra el Día Mundial del Retrete, efeméride de las Naciones Unidas que busca recordar la necesidad de que todas las personas tengan acceso a instalaciones sanitarias higiénicas que eviten la propagación de agentes patógenos.