El café es una de las bebidas más populares del mundo en la actualidad. Y es que, el hecho de que cuente con diferentes variedades que pueden servirse tanto frías como calientes, lo convierte en una bebida apta para cualquier escenario. Además, su contenido de cafeína hace que muchas personas lo tomen para darse ese impulso energético extra, sobre todo en las mañanas. A todo esto, y pese a que también tiene sus detractores, se une la creencia de que ofrece beneficios para la salud como la reducción del cáncer de hígado o la protección contra la enfermedad de Parkinson. Así, no llama la atención que su
, salvo contadas excepciones, no haya dejado de crecer hasta aproximarse a los 180 millones de sacos de 60 kilogramos en 2024, según las últimas previsiones.
Brasil, cuna del café
La gran acogida de esta bebida se ha traducido en un incremento general de la producción cafetera mundial, que alcanzó un volumen superior a los 170 millones de sacos en la campaña 2023/24. Ahora bien, cabe señalar que alrededor de la mitad del cultivo de café tiene lugar en
América del Sur. Solo en la última temporada se produjeron cerca de 89,5 millones de sacos en esta región, gran parte de ellos generados por un único país: Brasil. No en vano, se trata del
mayor productor de café del mundo y, por ende, del principal exportador. Una situación que se da debido a la amplia
superficie dedicada a la plantación y cosecha de granos de café que existen dentro de sus fronteras. En concreto, contaba con alrededor de dos millones de hectáreas de cultivo con este fin en 2022, situándose muy por encima del resto de naciones.
Pero el principal mercado es…
Si bien el país sudamericano dominó el mercado en términos de producción, es
Estados Unidos el que parece generar los mayores ingresos gracias al café año tras año. En 2023, por ejemplo, el país norteamericano registró más de 10.500 millones de dólares frente a los 7.223 millones de Brasil, que tuvo que conformarse con la tercera posición. Esto no sorprende si se considera que el Tío Sam lidera asimismo las
importaciones globales de esta bebida y es sede de
Starbucks, una de las cadenas de cafeterías de mayor expansión internacional hoy en día. No es poco relevante que, precisamente, la empresa de Seattle tenga un acuerdo comercial para la venta internacional de sus productos con la
mayor tostadora de café del mundo: Nestlé. El nombre detrás de marcas tan reconocidas como Nespresso o Nescafé factura anualmente más de 26.000 millones de euros gracias a la venta de café y bebidas relacionadas con este.
El auge del comercio justo
Pero no puede hablarse del mercado cafetero sin mencionar el comercio justo, un nuevo nicho de mercado que se ha potenciado recientemente debido a la cada vez mayor concienciación de la población con temas como la justicia social o el cambio climático. De hecho, desde hace unos años, el café forma parte de los productos habituales dentro del también conocido como
fairtrade. Así, la
producción certificada por UTZ experimentó un crecimiento de unas 325.000 toneladas métricas en 2022. Esto contribuyó a que el café producido a través de una buena gestión y unas prácticas agrícolas respetuosas con el medioambiente, así como dando condiciones de trabajo seguras y saludables a los empleados, que incluyen la exclusión de todo trabajo infantil, se situara en torno a los 1,6 millones de toneladas. Dentro de esta cantidad, alrededor del 80% correspondió al cultivo de la variedad
Arábica, considerado como el mejor café en grano del mundo por su mayor equilibrio y aroma, pese a contar con menos cuerpo y cafeína que el Robusta.
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