Tras el estallido de la crisis económica de 2008, el mercado de préstamos ha estado marcado por un proceso de desapalancamiento en el que hogares y empresas se han esforzado para reducir los altos niveles de endeudamiento acumulados en el periodo de expansión económica. En consecuencia, y a pesar de la política monetaria expansiva del BCE y los tipos de interés negativos, el
se ha contraído de manera paulatina en los últimos años. El sistema bancario nacional está recuperando liquidez tras presentar niveles alarmantemente bajos durante un largo periodo de tiempo. El
se situó por debajo del umbral del 100% en 2019, cuando tan solo cuatro años antes era de un 150%. Simultáneamente, los hogares españoles han ido reduciendo su
hasta que, en el año 2018, el endeudamiento se situó finalmente por debajo de esta.
Préstamos a hogares
La deuda de los hogares tiene dos grandes componentes: los préstamos hipotecarios y los préstamos al consumo. Estos últimos se utilizan para una gran variedad de fines, como financiar viajes, estudios o la compra de electrodomésticos. Sus condiciones de acceso son mucho más asequibles que las de los préstamos hipotecarios, pero tienen tasas de interés considerablemente más elevadas. Estos préstamos a corto plazo suponen un componente de menor peso que los préstamos hipotecarios en el
grueso de la deuda de los hogares, razón por la cual es imprescindible prestar atención a los índices del mercado inmobiliario para entender la evolución de su endeudamiento.
El
índice de precios de la vivienda (IPV) indica que los precios de la misma se han estado incrementando considerablemente desde 2014. Por su parte, el
Euríbor, el tipo de referencia más popular para el cálculo de las tasas de interés de nuevas hipotecas, lleva años en valores negativos y muy fluctuantes, lo que incide en la revisión de la cuota de la hipoteca. En 2019
la cifra de hipotecas constituidas en España ascendió a casi 500.000, de las cuales más de la mitad se cerraron en las comunidades autónomas de Madrid, Andalucía y Cataluña. Este es tan solo uno de los múltiples indicadores que denotan la heterogeneidad regional que caracteriza al mercado español, al igual que la
cuota hipotecaria mensual, la cual en comunidades como Madrid, Islas Baleares o Cataluña prácticamente duplica la de otras como Extremadura, la Región de Murcia o Castilla-La Mancha.
Préstamos a empresas
Por último, cabe destacar los préstamos a empresas, claves para el crecimiento y mantenimiento del tejido productivo en épocas de bonanza y crisis. Los préstamos otorgados por entidades de crédito constituyen la
principal fuente de financiación de las sociedades no financieras. La reducción del
crédito a empresas experimentada durante la pasada década afectó especialmente al sector constructor e inmobiliario, el cual se contrajo en más de la mitad entre 2013 y 2019. Tras una década de cifras negativas en la
variación mensual de saldo vivo, el desplome de la actividad económica en el año 2020 derivado de la pandemia del coronavirus ha empujado a las empresas a adquirir liquidez acudiendo a los préstamos. La COVID-19 va a marcar enormemente el panorama general del mercado de préstamos en España en el corto plazo. A diferencia de la crisis financiera de 2007-2008, al menos en esta ocasión hogares, empresas y bancos disponen de más solvencia para afrontar la situación.
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