Elecciones a las Cortes Generales de España en 2019 - Datos estadísticos
Tras las elecciones generales del 26 de junio de 2016, el Partido Popular (PP) pudo formar un Gobierno minoritario con el apoyo de los partidos Ciudadanos (Cs) y Coalición Canaria, con Mariano Rajoy al frente de la Presidencia del Gobierno de España.
Este mandato se vería socavado por la crisis constitucional sobre la cuestión catalana, el malestar general por la mala situación económica y los continuos escándalos de corrupción que salpicaron al partido, como por ejemplo, el caso Gürtel. Fue precisamente la sentencia dictada por la Audiencia Nacional respecto a este caso uno de los desencadenantes de que el 25 de mayo de 2018 el PSOE registrara en el Congreso de los Diputados una moción de censura contra Rajoy, la cual fructificó. Ello condujo a su destitución y al nombramiento de Pedro Sánchez como nuevo Presidente de España. Posteriormente, en febrero de 2019, el Congreso de los Diputados rechazó los presupuestos para ese año, por lo que Sánchez convocó elecciones anticipadas.
De esta forma, el domingo 28 de abril tuvieron lugar las decimocuartas elecciones generales en España desde el fin de la dictadura. Si bien todas las miradas estaban puestas principalmente en Pedro Sánchez, que había conseguido resurgir como el Ave Fénix tras un intento de investidura fallido en 2016, un 42% de los casi 38 millones de electores se mostraba indeciso y los sondeos preelectorales no otorgaban la mayoría absoluta a ninguno de los líderes. Y así ocurrió. Tras la celebración de los comicios, ninguna fuerza política obtuvo los 175 escaños en el Congreso necesarios para gobernar en solitario.
Varios meses de negociaciones sin éxito y otro intento fallido de investidura de Pedro Sánchez en julio ponían de nuevo en jaque la situación política del país, que derivó inexorablemente hacia una repetición de las elecciones por segunda vez en la historia de la democracia española.
Así pues, tras la disolución nuevamente de las Cortes Generales el 24 de septiembre, el BOE publicó oficialmente la convocatoria de unas nuevas elecciones fijadas para el 10 de noviembre, las cuartas en menos de cuatro años.
Estos segundos comicios, lejos de solucionar el conflicto, no hicieron sino enturbiar aún más la situación y estuvieron marcados por dos hechos impensables hasta hacía solo algunas semanas: el desplome de Ciudadanos y el auge de Vox, que se convirtió en la tercera fuerza política, con más de 3,6 millones de votantes y 52 escaños en el Congreso.
Tras varias semanas de incertidumbre y un complejo proceso de investidura, Pedro Sánchez obtuvo finalmente luz verde para formar con Unidas Podemos el primer Gobierno de coalición del actual periodo democrático. De esta forma, el país intentaba cerrar una inestable etapa política de diez meses con un Ejecutivo en funciones y dos elecciones generales a sus espaldas.
Este mandato se vería socavado por la crisis constitucional sobre la cuestión catalana, el malestar general por la mala situación económica y los continuos escándalos de corrupción que salpicaron al partido, como por ejemplo, el caso Gürtel. Fue precisamente la sentencia dictada por la Audiencia Nacional respecto a este caso uno de los desencadenantes de que el 25 de mayo de 2018 el PSOE registrara en el Congreso de los Diputados una moción de censura contra Rajoy, la cual fructificó. Ello condujo a su destitución y al nombramiento de Pedro Sánchez como nuevo Presidente de España. Posteriormente, en febrero de 2019, el Congreso de los Diputados rechazó los presupuestos para ese año, por lo que Sánchez convocó elecciones anticipadas.
De esta forma, el domingo 28 de abril tuvieron lugar las decimocuartas elecciones generales en España desde el fin de la dictadura. Si bien todas las miradas estaban puestas principalmente en Pedro Sánchez, que había conseguido resurgir como el Ave Fénix tras un intento de investidura fallido en 2016, un 42% de los casi 38 millones de electores se mostraba indeciso y los sondeos preelectorales no otorgaban la mayoría absoluta a ninguno de los líderes. Y así ocurrió. Tras la celebración de los comicios, ninguna fuerza política obtuvo los 175 escaños en el Congreso necesarios para gobernar en solitario.
Varios meses de negociaciones sin éxito y otro intento fallido de investidura de Pedro Sánchez en julio ponían de nuevo en jaque la situación política del país, que derivó inexorablemente hacia una repetición de las elecciones por segunda vez en la historia de la democracia española.
Así pues, tras la disolución nuevamente de las Cortes Generales el 24 de septiembre, el BOE publicó oficialmente la convocatoria de unas nuevas elecciones fijadas para el 10 de noviembre, las cuartas en menos de cuatro años.
Estos segundos comicios, lejos de solucionar el conflicto, no hicieron sino enturbiar aún más la situación y estuvieron marcados por dos hechos impensables hasta hacía solo algunas semanas: el desplome de Ciudadanos y el auge de Vox, que se convirtió en la tercera fuerza política, con más de 3,6 millones de votantes y 52 escaños en el Congreso.
Tras varias semanas de incertidumbre y un complejo proceso de investidura, Pedro Sánchez obtuvo finalmente luz verde para formar con Unidas Podemos el primer Gobierno de coalición del actual periodo democrático. De esta forma, el país intentaba cerrar una inestable etapa política de diez meses con un Ejecutivo en funciones y dos elecciones generales a sus espaldas.
