El estado de salud en la tercera edad en España - Datos estadísticos
En el año 2018, el número de personas mayores de 65 años en España ascendió a casi nueve millones; siendo Castilla y León, Asturias, Galicia, País Vasco, Aragón y Cantabria las comunidades autónomas más envejecidas. Este sector de la población mantiene, a su vez, prioridades de consumo ligeramente diferentes a las del resto, siendo la salud la primera de ellas. Ello supone atender a una serie de necesidades básicas que van desde una alimentación saludable hasta una correcta adaptabilidad de las viviendas, pasando por un óptimo acceso a medicamentos y asistencia sanitaria.
En términos generales, la percepción del estado de salud en las personas de la tercera edad es mayoritariamente positiva. No obstante, entre los signos de envejecimiento y limitaciones más evidentes destacan la disminución de la agudeza visual, dificultades de movimiento y una pérdida de fuerza o resistencia, así como de la capacidad auditiva. Estos signos, junto con la aparición de enfermedades crónicas y degenerativas tales como la diabetes o el alzhéimer enfatizan aún más la importancia de la salud en esta etapa vital.
Es por ello que, dentro de esta franja de edad, el consumo de productos y servicios relacionados con la salud experimenta un aumento considerable en comparación a otras edades. Las visitas a podólogos, dentistas y fisioterapeutas, así como la adquisición de gafas, audífonos y medicamentos, son algunos de los productos y servicios con mayor demanda entre la población mayor de 65 años.
Sin embargo, no hay que olvidar las dificultades económicas a las que los mayores de 65 años se enfrentan a la hora de asumir el elevado coste de este tipo de servicios, debido, sobre todo, a la congelación de las pensiones y a la falta de cobertura de los servicios y productos mencionados anteriormente por parte de la Seguridad Social española en los últimos años.