Entre los colectivos más afectados por este problema en aquel momento se encuentra el de los jóvenes, chicos y chicas que, tras finalizar sus estudios, carecían de una oportunidad en el mercado laboral. Y el panorama no ha cambiado demasiado, a pesar de la recuperación económica que el país experimenta. Así las cosas, los jóvenes con edades comprendidas entre los 16 y los 24 años siguen siendo los que todavía tienen más dificultades para encontrar un empleo.
Si alzamos la vista más allá de nuestras fronteras y comparamos la situación de España con la del resto de países de la Unión Europea, el panorama se torna bastante desolador. En septiembre de 2019, la tasa nacional de desempleo entre jóvenes de menos de 25 años era del 32,2%, un valor solo superado por Grecia. Esto ha provocado que muchos de ellos hayan emigrado y sigan emigrando a otros países con mejores perspectivas laborales.
Volviendo a España, las comunidades más afectadas por la escasez de empleo son Andalucía y Extremadura, con tasas de paro superiores al 20% durante el cuarto trimestre de 2019. Y, si se analizan los diferentes sectores económicos, el sector servicios es el que registra las cifras de paro más elevadas. En el año 2019, el número de parados pertenecientes a este sector fue de casi 1,2 millones, mientras que en el resto de sectores se mantuvo por debajo de los 200.000.