Las drogas en el mundo - Datos estadísticos
¿Legal o ilegal?
Con el fin de atajar los altos datos de prevalencia, se están realizando loables esfuerzos orientados a contener el consumo de drogas y la expansión de un mercado ilegal, que en 2022 rebasó los 1.200 millones de dólares estadounidenses solo en la darknet. Eso sí, la lucha por un fin común no se ha traducido en una unidad de criterios sobre las estrategias empleadas.Por un lado, un total de 28 países, la mayoría ubicados en América y Europa, han optado por la despenalización de la tenencia y consumo de ciertas drogas para uso personal como medio de contención del mercado ilegal. Por otro, la mayoría de los Estados abogan por su penalización y el establecimiento de duras condenas que pasan en muchos casos por la pena capital. No en vano, la cifra de reos en el corredor de la muerte por delitos de drogas asciende a más de 3.200 y la de sentencias ejecutadas en 2022 se incrementaron en un 117% con respecto a 2021 —más de un 80% de ellas en los países de Oriente Medio y Asia—. En este sentido, cabe destacar que actualmente la pena de muerte por este tipo de delitos está vigente en 32 países, de los que sólo ocho la aplican de forma severa (China, Indonesia, Irán, Malasia, Arabia Saudí, Singapur, Vietnam y Corea del Norte). En cuanto al ranking de los países sin pena de muerte con condenas de prisión más elevadas, Nigeria se se posiciona primero, con una diferencia de siete años respecto al segundo miembro del listado, Turquía.
Incautaciones
Independientemente de las iniciativas de despenalización o criminalización, la lucha para combatir el tráfico ilegal de drogas no conoce freno. Cerca de 11.000 toneladas fueron decomisadas en todo el mundo sólo en 2021, dos tercios de ellas correspondientes a cannabis y cocaína. Sin embargo, todas las alarmas se ciernen hoy por hoy sobre las drogas sintéticas y sobre los estimulantes de tipo anfetaminínico (ETA) especialmente, ya que las incautaciones de estos últimos aumentaron más de un 40% entre 2017 y 2021.Para sorpresa de nadie, una gran parte de estos y otros psicoactivos son distribuidos en el mercado negro online, o darknet. Ni siquiera el cierre en 2022 de uno de los principales proveedores de droga en la web profunda, Hydra Market, ralentizó el negocio o desalentó al resto de competidores. Por el contrario, el número de compradores siguió expandiendose y, a la sombra de la reestructuración, aparecieron nuevos agentes en el mercado. Eso sí, se vieron obligados a agudizar el ingenio a la hora captar clientes y realizar transacciones.
En esta área, las redes sociales y el diseño de apps customizadas constituyen dos nuevas vías para atraer a potenciales clientes. Así, las plataformas sociales se han convertido en la herramienta idónea para las transacciones de bajo nivel de cannabis, éxtasis y cocaína. Mientras, la adquisición de drogas sintéticas se realiza mediante aplicaciones cada vez más sofisticadas a través de las que pueden enviarse incluso coordenadas geográficas del paquete dejado por el mensajero para su posterior recogida.
Las drogas más consumidas
El cannabis, también conocido como marihuana, sigue siendo la droga más popular en todo el planeta, acompañada en el podio por anfetaminas y opioides como la heroína y el fentanilo, cuya demanda se ha disparado de forma meteórica. Y es que el número de personas que recurren a drogas inyectables ha sufrido un aumento de un 18% hasta los 13,2 millones y el fentanilo, por sí solo, ha revolucionado el mercado especialmente en América del Norte. Sólo en Estados Unidos se registraron cerca de 37.000 fallecimientos por sobredosis de consumo ilegal de este opioide sintético en 2021, casi un 19% más que en 2020. Capítulo aparte merece la cocaína. Este preciado polvo blanco ha registrado un récord histórico de producción y consumo en 2022. Llegados a este punto cabe preguntarse quiénes son los principales consumidores de estupefacientes. El perfil promedio está bastante definido: varón, de entre 20 y 29 años que reside en América del Norte o Europa. Eso sí, existen importantes diferencias relacionadas con el tipo de sustancia o la edad.