Problemas sociales en Perú - Datos estadísticos
División social e inseguridad en áreas rurales y grandes urbes
A día de hoy, la sociedad peruana afronta una seria división de opiniones entre quienes acusan a Castillo de ser un criminal y quienes siguen defendiendo su gestión. Estas diferencias se trasladan al ámbito geográfico nacional, puesto que los detractores de Pedro Castillo suelen vivir en el ámbito urbano, mientras que sus defensores habitan más frecuentemente en el campo. A fin de cuentas, su victoria fue vista como una oportunidad de cambio en las áreas rurales que, pese a concentrar la mayor parte de los recursos mineros y realizar importantes aportaciones al PIB nacional, padecen explotación laboral y el olvido de unas instituciones públicas enfocadas en las grandes ciudades. Únicamente los movimientos y levantamientos campesinos de los últimos años han colocado en el foco mediático esta dura realidad silenciada durante décadas.Este clima de tensión y violencia se traduce en las áreas metropolitanas en un problema social distinto: la delincuencia. En este sentido, los robos y las estafas son los dos delitos más frecuentes en las urbes peruanas. No hay que olvidar tampoco la cuestión del narcotráfico, dado que el país de las vicuñas es el segundo mayor productor de cocaína a nivel mundial, solo por detrás de Colombia.
Pobreza y malas condiciones laborales
El producto interior bruto de Perú es uno de los que más se ha incrementado en la región hasta el punto de situarse entre los seis países más ricos de América Latina y el Caribe en la actualidad. Ahora bien, este hecho no repercute de forma directa sobre la calidad de vida de sus ciudadanos. Es más, la renta per cápita se sitúa por debajo de la media latinoamericana y aún mucho más lejos de la de los países que ocupan el podio de la región.Algo similar puede decirse de las condiciones laborales y los salarios. Casi el 40% de los hogares peruanos sufrieron problemas laborales durante la pandemia por COVID-19, debido al fuerte aumento del desempleo -cuatro puntos porcentuales en tan solo un año-. Por ende, no sorprende que más de tres quintas partes de los trabajadores hayan participado en alguna actividad laboral no reconocida ni amparada por la ley para poder cubrir los costes de su canasta básica. De hecho, la economía informal representó la única fuente de ingresos para muchos hogares durante ese periodo y ni siquiera los más jóvenes de la familia se vieron exentos de contribuir para garantizar su sustento.
Como colofón, la inflación alcanzó su punto más álgido de la última década en 2022, con un valor cercano al 8,5%. Aún así, las perspectivas a medio plazo indican una progresiva mejora del PIB, que permitirá al EStado alcanzar niveles similares a los prepandémicos rápidamente. De hecho, en 2021 el país recuperó ya más del 7% del PIB perdido en 2020. No obstante, la economía sigue siendo vulnerable a factores externos como los cambios en las condiciones fiscales internacionales, los desastres naturales o la caída de los precios de las materias primas como el cobre.