El lunes pasado China anunció el fin de tres días de ejercicios militares frente a la costa de Taiwán. Los ejercicios se realizaron en represalia a la reunión de la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, con el presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy, en California la semana pasada. En respuesta a la reunión, China declaró públicamente que tomaría medidas para defender su soberanía. Según informaron los medios estatales chinos, los ejercicios se centraron en "probar la capacidad de tomar el control marítimo, aéreo y de la información".
La escala de Tsai en Estados Unidos forma parte de un viaje diplomático a los pocos aliados que le quedan a su país en América. Taiwán cuenta con un gobierno autónomo y democrático, pero su estatus político es contestado por China, que considera a la isla de Formosa parte de su territorio. Con el poder que ostenta China en el escenario internacional, el gobierno de Taiwán apenas puede contar con el apoyo oficial de 13 pequeños Estados en todo el mundo, según el Ministerio de Asuntos Exteriores de Taiwán. Honduras es el último país en dar la espalda al gobierno de Taipei, tras anunciar el establecimiento de lazos diplomáticos con China en marzo de 2023.
La mayoría de los países que conforman la red diplomática taiwanesa se encuentran en América Latina y el Caribe, entre ellos Paraguay, Guatemala y Haití. Otros cuatro aliados de Taiwán son naciones insulares del sudeste asiático: Nauru, Palaos, Tuvalu y las Islas Marshall. La lista se completa con el Reino de Eswatini, situado en África, y el Estado de la Ciudad del Vaticano, en Europa.