Aunque la cocaína se consume en todo el mundo, su base, la planta de coca, se cultiva principalmente en tres países latinoamericanos: Perú, Bolivia y Colombia. Este último saltó a los titulares en 2023 debido a un informe publicado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) en el que se afirmaba que la superficie dedicada al cultivo de coca en 2022 había crecido hasta las 230.000 hectáreas, un 13% más que en 2021, según informó Reuters. Como muestra nuestro gráfico, esto consolida aún más a Colombia como el principal productor de coca del mundo.
Según cifras de la ONUDD y el Gobierno peruano, Colombia fue responsable de casi dos tercios de la superficie total de cultivo de coca en 2022. Perú se situó en segundo lugar con 95.000 hectáreas, mientras que Bolivia ocupó el tercer puesto con 30.000 hectáreas. Para combatir el aumento de las tierras dedicadas a las plantaciones de coca, el presidente colombiano, Gustavo Petro, abogó en la Conferencia Latinoamericana y del Caribe sobre Drogas celebrada el pasado septiembre por el reconocimiento de las drogas como un "problema de salud para la sociedad" en lugar de considerarlo un "problema militar".
Tras la conferencia, Petro presentó un nuevo plan nacional antidrogas en octubre de 2023. Reuters resumió las políticas subyacentes del plan de diez años con el objetivo de "reducir el tamaño de los cultivos de coca, recortar la producción potencial de cocaína y prevenir la deforestación vinculada al narcotráfico, al tiempo que se ayuda a la transición de los pequeños agricultores a la economía legal".
Si observamos el mercado de la cocaína desde la perspectiva de los consumidores, América del Norte tiene la mayor proporción estimada de personas que afirman haber consumido cocaína en 2022, con 6,5 millones o el 28% del total mundial de consumidores de esta droga, según el Informe Mundial sobre las Drogas de la ONUDD. En conjunto, América representaba en 2022 aproximadamente la mitad de los consumidores de cocaína estimados en todo el mundo, mientras que en Europa y Asia, el número estimado de consumidores de cocaína se situaba en 5,7 millones y 2,9 millones, respectivamente.