Cada año, la Fundación del Español Urgente (FundéuRAE) elige la palabra representativa del año anterior. El vocablo escogido no tiene que ser nuevo, pero sí haber sido "protagonista" durante ese período. Además, tiene que haber generado "interés lingüístico por su origen, formación o uso". FundéuRAE comenzó con la elección en 2013 y el primer término fue "escrache", seguido por "selfi", en 2014, y "refugiado", en 2015.
En 2019 ocurrió algo curioso: el término del año no fue una palabra, sino unos símbolos: los emojis y los emoticonos (pequeños dibujos creados con signos ortográficos). La Fundación decidió, ese año, destacar su papel en la comunicación diaria. "Su innegable impacto en nuestra vida cotidiana, sus interesantes relaciones con el resto de los elementos que conforman la comunicación (palabras, frases, signos de puntuación…) y las perspectivas que se abren de cara al futuro han llevado a la Fundéu a ceder a los emoticonos y a los emojis la distinción de palabra del año", explicaron desde el organismo.
Volviendo a la actualidad, la palabra de 2024 fue "dana". Se trata de una voz que, según la fundación, se emplea principalmente en España. Desde FundéuRAE explican que la elección de este término responde a dos motivos principales. "En primer lugar, a su gran presencia en los medios de comunicación, que se incrementó exponencialmente tras las graves inundaciones causadas por este fenómeno atmosférico en el este y en el sur de la península ibérica a finales de octubre, en las que fallecieron más de 200 personas y muchas otras resultaron afectadas por los múltiples destrozos ocasionados. En segundo lugar, a su interés lingüístico y las dudas que aún genera su escritura en los hablantes".
La ganadora del año pasado fue elegida entre doce candidatas, algunas relacionadas con la vivienda, el turismo, la tecnología y las catástrofes naturales: "woke", "alucinación", "fango", "gordofobia", "inquiokupa", "mena", "micropiso", "narcolancha", "pellet", "reduflación" y "turistificación".