El piloto de Red Bull y actual campeón del mundo de Fórmula 1, Max Verstappen, ya ha alcanzado, a sus 25 años, el nivel en el que perseguir los logros de las leyendas de este deporte es el principal hito que le queda por conseguir. El neerlandés ganó el Gran Premio de Canadá el pasado domingo, logrando su triunfo número 41 en la F1 y completando así uno de los objetivos significativos de esa lista: igualar el número de victorias del mítico Ayrton Senna.
Aunque el propio Max dijo que "odia" comparar a pilotos de distintas generaciones, no pasó desapercibida la magnitud de su último logro: "Por mi parte, lo único que puedo decir es que cuando era pequeño y estaba en karts, soñaba con ser piloto de Fórmula 1, y nunca habría imaginado ganar 41 grandes premios. Así que, por supuesto, empatar con Ayrton es algo increíble, y estoy orgulloso de ello, pero espero que no se detenga aquí”.
Para abordar este tema con algo de perspectiva y respaldar la cautela de Verstappen ante cualquier comparación directa con el brasileño tres veces campeón del mundo, cabe mencionar que la última temporada en la que Senna se proclamó campeón, en 1991, constaba de 16 carreras, mientras que la última temporada en la que Verstappen salió victorioso se disputó a lo largo de 22. La vida de Senna también se truncó trágicamente a la edad de 34 años, cuando murió tras un accidente en el Gran Premio de San Marino de 1994. El piloto brasileño acumuló sus victorias en diez años de trayectoria en la F1 (1984-1994), su primera en el Gran Premio de Portugal de 1985 y la última en el Gran Premio de Australia de 1993.