Novak Djokovic hizo historia ayer al vencer a Casper Ruud por 7-6, 6-3 y 7-5 en la final de Roland Garros y conquistar su 23º título de Grand Slam. Después de haber jugado toda su carrera al ritmo de Roger Federer y Rafael Nadal, es la primera vez que el serbio de 36 años ostenta el récord de victorias en Grand Slam en solitario, al menos entre los jugadores masculinos.
Con el triunfo del domingo, Djokovic también empató el récord de la Era Abierta de Serena Williams de 23 grandes títulos, y a menos que se lesione o decida retirarse, parece casi seguro que añadirá varios más a su ya histórico palmarés. "Es fascinante verlo, porque a veces piensas, vale, ya tiene 23. Pero va a encontrar, de nuevo, algún tipo de motivación para ganar 24, tal vez 25, quién sabe dónde está el final", dijo el entrenador de Djokovic, Goran Ivanisevic.
"Sabía que al entrar en el torneo, especialmente en el partido de hoy, estaba en juego la historia", dijo Djokovic el domingo, pero eludió cualquier comentario sobre su nueva condición de mejor jugador masculino de todos los tiempos. “No quiero decir que soy el mejor, porque creo que es una falta de respeto hacia todos los grandes campeones de las distintas épocas de nuestro deporte, que se jugaba de una forma completamente distinta a la actual", declaró.