Tras el caso Djokovic, hoy ha dado comienzo la parte propiamente tenística del Open de Australia. Además de por el primer título de Grand Slam del año y los puntos de la clasificación, los jugadores también compiten por un suculento premio en metálico, cuya cuantía será la misma tanto para los ganadores masculinos como femeninos.
El tenis es uno de los pocos deportes del mundo en los que los premios se reparten de forma equitativa (al menos a nivel de Grand Slam), lo cual es en parte la razón por la que este deporte ha dominado la lista de Forbes de las deportistas mejor pagadas en los últimos años. Aunque la lista de este año es más variada en cuanto a deportes que la de la edición del año pasado, en la que nueve de las diez deportistas mejor pagadas eran tenistas, cuatro de los cinco primeros puestos siguen estando ocupados por atletas que se dedican profesionalmente al tenis.
Puede que Naomi Osaka no tuviese su mejor temporada el año pasado, pero sigue siendo la deportista mejor pagada con diferencia, y sólo Serena Williams se le acerca. Aunque ganó unos modestos 2,3 millones de dólares en la pista de tenis (principalmente gracias a su triunfo en el Open de Australia), los ingresos de Osaka fuera de la pista ascendieron a 55 millones de dólares gracias a lucrativos acuerdos con marcas como Nike, Louis Vuitton y Tag Heuer.
La discrepancia entre el rendimiento en la pista y los ingresos fuera del campo fue aún más marcada en el caso de Serena Williams, que sólo jugó seis torneos del WTA Tour el año pasado y aún así ganó 45 millones de dólares gracias a acuerdos de patrocinio (por ejemplo, con Nike, Gatorade y DirecTV) y otras numerosas inversiones.
En los cinco primeros puestos de la lista hay sitio para una española. Es el caso de la también tenista Garbiñe Muguruza, cuyas ganancias totales en 2021 ascendieron a cerca de nueve millones de dólares. La española de 28 años ganó tres torneos el año pasado y subió al número 3 en las clasificaciones de tenis femenino, desencadenando así importantes bonos de patrocinadores.
Como ilustra el siguiente gráfico, Osaka y Williams juegan en una liga diferente desde el punto de vista financiero en comparación con sus compañeras, pero ninguna de ellas se encuentra entre los 10 primeros puestos de la lista de los y las deportistas mejor pagados de Forbes, con Osaka en el puesto 12 y Williams en el 28. Más notable aún es el hecho de que ninguna otra atleta femenina se encuentre siquiera entre los 50 primeros puestos de la lista general, lo que pone de manifiesto la amplia brecha que persiste en cuanto a la remuneración de los atletas.