Desde la guerra en Ucrania, las monedas de los principales socios comerciales de Rusia y de países limítrofes al conflicto pierden valor frente al dólar estadounidense. Mientras tanto, las denominaciones de otros países emergentes, muchos de ellos latinoamericanos, no sólo están resistiendo a las repercusiones cambiarias del conflicto bélico, sino que están experimentando una apreciación. Esto reflejan las nuevas estimaciones del Fondo Monetario Internacional contenidas en el “Global Financial Stability Report”, informe publicado ayer.
Como se ve en este gráfico de Statista, las monedas de países latinoamericanos tales como Brasil, Colombia, Perú y México y las de otros mercados emergentes que son principalmente exportadores de materias primas tienen un mejor desempeño que las de las naciones de Europa del Este y las de países importadores de petróleo de Asia. Siguiendo el análisis del FMI, el repentino aumento de los costos de los préstamos externos y el incremento de los tipos de cambio locales están afectando las condiciones financieras de Europa del Este y otros países de Asia y Medio Oriente que mantienen estrechos vínculos con Rusia. A esto se le suma el contexto inflacionario desatado desde la pandemia de coronavirus, que los gobiernos intentan combatir con mayores tasas de interés.
El real brasileño es uno de los mayores beneficiados, con una apreciación del 7% desde el 23 de febrero de 2022, lo que totaliza un alza acumulada de casi un 19% desde enero. Desde el día anterior a la invasión rusa en Ucrania, el peso colombiano vio su valor crecer más del 5% frente al dólar y acumula casi un 10% de aumento desde principios de año. El peso mexicano, en tanto, registra un incremento más modesto, con un 2,4% desde el 23 de febrero y un acumulado del 3,5% en lo que va de año.
A la vez, la lira turca experimenta una devaluación de más del 5% desde el 23 de febrero, habiendo cedido cerca del 9% en comparación con el dólar hasta la fecha. En Polonia, Hungría y Rumania, principales países destinatarios de refugiados ucranianos que escapan de la guerra, la depreciación acumulada de su moneda oscila entre el 4% y el 6% desde principios de año.