Desde el mes de abril algunos países de Europa Occidental han comenzado a relajar las medidas de confinamiento e hibernación económica que se pusieron en marcha en marzo para frenar el contagio del coronavirus. España, que se encuentra entre los Estados que implementó una regulación más dura de aislamiento social en la región, empezó esta semana con la entrada en vigor de la "Fase 0", la primera de cuatro fases que, si todo va bien y no hay retrocesos en el plan, se extenderán hasta finales de junio. Italia, país del Viejo Continente que ha experimentado un periodo más largo de confinamiento por ahora, también comenzó el lunes con las primeras medidas de la llamada desescalada. Francia, en donde la epidemia ha acabado con la vida de más de 25.000 personas, esperará un poco más para dar los primeros pasos hacia el fin del confinamiento, en concreto hasta el 11 de mayo.
La Europa germanoparlmante, en la que por lo general la epidemia ha afectado de forma más moderada a la salud de sus ciudadanos, empezó a reactivar su actividad normal entre mediados y finales de abril.