Los productos cárnicos han perdido su buena fama en muchas economías avanzadas. ¿La razón? Su producción causa efectos nocivos en el medio ambiente y, salvo en algunas excepciones, pueden acortar la vida de los consumidores, esto último ya fuera de debate en el caso de la carne procesada y roja.
Este nuevo escenario presenta una oportunidad de negocio de enormes dimensiones para productos sustitutos de los alimentos que derivan de animales, al menos según cálculos la consultora Kearney. Solo la carne cultivada en laboratorio a través de células animales podría alcanzar una cuota de mercado sobre las ventas del 35% en 2040, lo que puede parecer una previsión relativamente optimista si se tiene en cuenta que todavía se encuentra en fase de experimentación. Los productos sustitutos veganos, por su parte, absorverían el 25% de los ingresos. Según esta previsión la carne tradicional solo generaría la cuota restante, esta del 40%.