Se consideran bebidas alcohólicas ilegales todas aquellas que han sufrido algún tipo de adulteración, se han fabricado artesanalmente de forma ilegal o no son aptas para el consumo humano, así como el alcohol de contrabando y en el que existe una evasión de impuestos durante su proceso de producción. Ahora bien, este mercado no cuenta con la misma presencia en todos los territorios, siendo Latinoamérica una de las regiones del mundo donde este sector tiene más relevancia a día de hoy. Por ello, en noviembre de 2016, Euromonitor International publicó un informe en el que analizaba la situación actual del alcohol ilegal en América Latina, con un foco especial en Colombia, Ecuador, El Salvador, Honduras, Panamá y Perú.
Como muestra esta infografía de Statista, y según datos del citado estudio (página 21), la República Dominicana es el país latinoamericano donde el consumo de este tipo de bebidas tiene un mayor peso, con una cuota de mercado del 29,1%. En el caso de Brasil, el alcohol ilegal supone el 28,4% del consumo total de alcohol; mientras que Perú y Ecuador, empatados en la tercera posición, registraron una cuota de mercado del 27%. Estos cuatro países son, además, los únicos que se sitúan por encima de la media de la región, que oscilaba en torno al 24%.