La modelo argentina Silvina Luna falleció la semana pasada a los 43 años luego de casi 80 días de internación a causa de una hipercalcemia e insuficiencia renal, que padecía desde 2013 y habría sido originada por una mala praxis en 2010. Ese año, el médico Aníbal Lotocki le colocó un derivado de metacrilato —una sustancia no autorizada para cirugías estéticas por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT)— para lograr un aumento de glúteos.
La modelo y actriz, ya en 2014 —en diálogo con el programa televisivo argentino "Intrusos"— aseguraba: “Mi trabajo está muy ligado a la imagen y hay muchas presiones para cumplir con ciertos estereotipos. Cuando era más chica me hice una intervención para mejorar aún más mi apariencia. Confié en un médico. Y recibí sustancias tóxicas en mi cuerpo. Me siento en la obligación de contar mi experiencia para otras chicas que pasan por lo mismo”.
La última Encuesta Internacional sobre Procedimientos Estéticos/Cosméticos realizada por la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética (ISAPS, por sus siglas en inglés) revela que, en Argentina, en 2022 se realizaron más de un millón de procedimientos estéticos, 461.589 quirúrgicos y 554.929 no quirúrgicos. De ellos, la operación más solicitada (16,8%) se trató de la mamoplastia de aumento o aumento mamario, seguida por la liposucción (10,6%) y la cirugía de párpados (9,7%).
Según el informe, en 2022 el total de procedimientos estéticos quirúrgicos y no quirúrgicos aumentó un 11,2% a nivel global comparado con el año anterior. En todo el mundo, las mujeres son quienes más se someten a estas intervenciones cosméticas. En total, las mujeres representaron el 86,2% de los procedimientos estéticos realizados el año pasado, mientras que los hombres, sólo el 13,8%.