Pagar a través de dispositivos móviles es una práctica cada vez más común en el mundo. Aunque el uso del pago móvil se está extendiendo, lo hace lentamente. Además, el nivel de adopción de esta tecnología difiere bastante entre países, como muestra el siguiente gráfico basado en datos de la macroencuesta Statista Global Consumer Survey.
En países asiáticos como China e India, pagar con un smartphone, una tablet o un reloj inteligente goza de bastante popularidad, aunque hay que tener en cuenta que la mayoría de los encuestados de ambos países son representativos de la población urbana. En 2022, el 79% de los entrevistados chinos y el 67% de los indios afirmaron haber pagado con dispositivos móviles en puntos de venta en el último año. Sin embargo, esta modalidad de pago parece no terminar de despegar en algunos países europeos y americanos. En España, el porcentaje de usuarios del pago móvil aumentó seis puntos porcentuales hasta el 25% entre 2019 y 2022, mientras que en otras naciones europeas, como Alemania y Francia (13% y 10%, respectivamente), este entusiasmo es bastante más limitado. Por lo que respecta al continente americano, de los países incluidos en este gráfico destaca Brasil, con un tercio de los entrevistados en 2022 afirmando haber realizado pagos a través de dispositivos móviles, una cifra que es más del doble de la registrada en 2019.