Mientras que para la mayoría de la población mundial la pandemia de COVID-19 ha sido sinónimo de incertidumbre, para unos pocos este escenario ha sido una oportunidad para ganar dinero. Desde el comienzo del brote de coronavirus, expertos en seguridad informática de todo el mundo han registrado un dramático aumento en todo tipo de ciberataques. Entre las estafas más comunes se encuentra el phishing, en donde los piratas electrónicos buscan que un individuo descargue malware o dé información personal a través del correo electrónico o el teléfono, explotando su miedo, ansiedad, curiosidad y confianza.
Según un informe de la empresa de ciberseguridad Kaspersky Lab, casi dos de cada diez usuarios en Venezuela sufrieron algún tipo de intento de robo o suplantación de identidad vía correo electrónico o portales de internet en medio de la crisis de coronavirus. En Estados Unidos y en Colombia, la proporción de usuarios atacados por este tipo de fraude online fue superior al 8,5%. Por otra parte, China presentó menores niveles de incidencia de esta práctica ilegal, con un porcentaje de usuarios afectados inferior al 3,5%.