Este domingo la crisis política entre Cataluña y España alcanza su cenit con la celebración (o el intento, si al final los organizadores no cuentan con los medios necesarios) del referéndum de independencia. Sea cual sea el resultado de este y el balance de esta jornada, parece poco probable que la voluntad de autogobierno de una parte de la sociedad catalana desaparezca a partir del 1 de octubre.
Si las voces que piden la independencia para Cataluña al final consiguieran su propósito de celebrar una consulta legal y vinculante y esta fuera aprobada y reconocida por la comunidad internacional (lo que probablemente no sucedería ni rápido ni fácilmente), la República Catalana pasaría a convertirse en una economía autónoma.
Como muestra esta infografía de Statista, el nuevo Estado Catalán contaría con un PIB nacional de alrededor de 220.000 millones de euros (esta cifra era de 223.626 millones de euros en 2016). Además, dentro de Cataluña tendrían su sede 605.000 empresas (existían 606.512 en 2015), siete de ellas cotizadas en el IBEX35: CaixaBank, Banco de Sabadell, Grifols, Albertis, Gas Natural, Cellnex e Inmobiliaria Colonial.
Por último, según datos de Idescat, la tasa de paro en Cataluña en el segundo trimestre de 2017 era de 13,2% y la de personas en riesgo de pobreza era en 2016 de 19,2%, es decir, casi uno de cada cinco residentes en Cataluña. Por ello, es fácil predecir que una Cataluña independiente (si esto sucede en un futuro próximo) no estaría muy lejos de estas cifras.
¿Cómo sería el perfil demográfico de una Cataluña independiente?
¿Cómo sería la economía de una Cataluña independiente?
Crisis política en Cataluña
