La inflación en México - Datos estadísticos
¿Cómo se mide la inflación y que índice se ajusta mejor a la realidad mexicana?
Si bien existen diversos índices utilizados para medir la inflación, el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) propone el índice nacional de precios al consumidor (INPC) y el índice nacional de precios al productor (INPP) como las mejores formas para ello. El primero de ellos tiene en cuenta el coste de 299 bienes y servicios considerados en la canasta básica tanto en regiones urbanas como rurales. Con ello, se realiza un índice comprensivo que pondera el gasto total de las familias mexicanas, sin importar su ubicación dentro del país o el lugar de adquisición de los productos y servicios. Ahora bien, esto no refleja exactamente el gasto exacto de cada hogar. Por ello, existen categorías del INPC que se subdividen por ciudad, entidad federativa u otros factores para ayudar a entender mejor la realidad. Por su parte, el INPP representa el nivel precios de los bienes primarios que utilizan las empresas y prestadores de bienes y servicios para elaborar sus productos.Los retos de los consumidores mexicanos
Dentro de la distinción de gastos de los mexicanos por nivel de ingresos, el decil con rentas más bajas es el que invierte un mayor porcentaje del total en comidas y bebidas. Ello constituye un reto importante, debido a que dicho segmento es el que más perjudicado se ha visto por la inflación. En concreto, el INPC de la categoría de alimentos ha ido en constante aumento en los últimos años, provocando que los grupos económicamente vulnerables sean los que más han sentido el encarecimiento en sus bolsillos. Igualmente, otros indicadores demuestran que aun cuando el salario mínimo se ha duplicado en los últimos siete años, el nivel de ingresos promedio a precios constantes se ha mantenido sin un crecimiento considerable.Para mitigar el problema, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador implementó un plan para frenar el ascenso generalizado de los precios y proteger a las familias con menos recursos del país. Se trató del “Paquete contra la Inflación y la Carestía”, en el que se incrementó la producción de tres de los granos básicos: el arroz, el maíz y el frijol. Además, estas medidas se vieron acompañadas de la coordinación de los precios de los alimentos con el sector empresario y el aumento del salario mínimo, con el objetivo de evitar que la inflación impacte en el consumo de los sectores más vulnerables de la sociedad mexicana.