El enoturismo a nivel mundial - Datos estadísticos
Los países clave del enoturismo
Gran parte de este desarrollo se debe a los países europeos y, más concretamente, a los situados en el suroeste del continente, donde se encuentran cuatro de los principales destinos enoturísticos del planeta: Portugal, Francia, Italia y España. Curiosamente, estos tres últimos son además los máximos productores y exportadores de vino a nivel mundial y lo han sido durante décadas, lo que deja en evidencia una fuerte tradición vinícola cuyo origen se remonta a la época de los fenicios. Por ello, no sorprende que en el último tiempo se hayan llevado a cabo diferentes iniciativas, fomentadas en muchos casos por los propios gobiernos nacionales y regionales, con el fin de potenciar esta forma de hacer turismo. El club de producto Rutas del Vino de España, gestionado por la Asociación Española de Ciudades del Vino (ACEVIN) con el apoyo de los Ministerios de Industria, Comercio y Turismo y de Agricultura, Pesca y Alimentación, es una de ellas. Está compuesto por 33 rutas repartidas por todo el territorio nacional, que cuentan con enotecas y comercios, entre otros tantos servicios, y que en 2021 atrajeron a más de 1,6 millones de visitantes.Francia, por su parte, dispone actualmente de 80 museos especializados, localizados la mayoría de ellos en la región de Burdeos, mientras que Italia registra algo más de 55. En ambos casos, la capacidad de atracción de turistas es muy superior a la del país ibérico, con unas cifras que antes de la pandemia llegaron a superar los 10 millones. Más allá de la variación de afluencia, una cosa sí se repite en todos ellos y es la mayor proporción de participantes nacionales entre sus visitantes. Eso sí, mientras que en 2021 el porcentaje de población extranjera que realizó diferentes actividades enoturísticas en España experimentó un incremento con respecto al año previo, en Italia la tendencia fue justo la inversa, con un notable aumento de los turistas procedentes desde diferentes partes del país.
Ahora bien, el papel de Estados Unidos no es ni mucho menos irrelevante. A fin de cuentas, se está hablando no solo del cuarto mayor productor vinícola del mundo, sino además del líder en términos de consumo. Pero no solo eso, según un estudio reciente, es la nación con la mayor tasa de bodegas participantes de forma activa en actividades turísticas, superando el umbral del 90%. Así pues, y pese a haberse unido al juego más tarde que el Viejo Continente, ha logrado convertirse en el mercado que más dinero genera gracias al enoturismo, alcanzando de media unos ingresos de 15.000 millones de dólares.
Las principales reticencias de las bodegas y el camino a un enoturismo sostenible
Como en todo, y al pesar de la cada vez mayor importancia de este tipo de turismo, todavía hay profesionales del sector que muestran resistencia a la hora de involucrarse. Entre las principales razones para negarse, la falta de tiempo y de personal son, sin duda, las que tienen más peso, aunque para algunos entren en juego otras como, por ejemplo, la disonancia entre dichas actividades y la filosofía o marca de la bodega o el hecho de que dicho movimiento empresarial no sea suficientemente rentable. Este último motivo adquiere mayor relevancia si se considera la popularidad que el enoturismo sostenible está ganando desde hace unos años y que, como es evidente, implica un aumento del coste para, entre otras cosas, adaptar las instalaciones para un uso más cuidadoso de la energía. No en vano, la carencia de recursos financieros es, precisamente, la máxima barrera con la que se encuentran las compañías que ya se ha animado a ofrecer estas actividades para dar el paso hacia la sostenibilidad.Pero ¿qué exactamente implica un enoturismo sostenible? Las medidas que contribuyen a alcanzar este objetivo se engloban en tres categorías: medioambientales, económicas y sociales. Obviamente, dentro de cada una, no todas las opciones cuentan con la misma acogida entre los especialistas. En el caso del primer grupo, y de acuerdo con una encuesta realizada a comienzos de 2022 entre países destacados de este mercado, el apoyo de la biodiversidad y la utilización de productos regionales son consideradas mucho más efectivas que el mantenimiento de una reducida huella de carbono. En términos de los otros dos pilares, el desarrollo de una estrategia a largo plazo para la empresa y la colaboración con empresas regionales son, respectivamente, las más consideradas por los especialistas. No es casualidad, así, que sean justamente dos de las primeras decisiones planeadas por parte de las bodegas con el fin de acercar la sostenibilidad a esta rama de su negocio.