Los comicios están marcados por dos aspectos: el retorno de un flagrante bipartidismo y el debilitamiento a todos los niveles de fuerzas como Unidas Podemos (UP) y Ciudadanos (Cs) en favor de otros grupos como Vox, Más País o el recién nacido Sumar. La integración de estas nuevas opciones en la carta obliga a la realización de ajustes con el fin de que la emulsión llamada gobierno de coalición funcione, ya que una mayoría absoluta parece inalcanzable. De lo contrario, si durante el emulsionado no se consigue una estructura estable, el ritmo en la cocina se verá abocado a la paralización irremediable, mientras el preparado (los comicios) se elabora otra vez. Eso sí, la repetición de elecciones no es nada nuevo en los fogones españoles. Ya se vivió en 2019 y son muchos los cocineros que no descartan una elevada probabilidad en 2023 a la vista de la situación actual.
Elecciones autonómicas: el gran ensayo
El primer gran evento, fijado para el 28 de mayo, ha sido la celebración de las elecciones autonómicas. En ellas, 12 comunidades han elegido a los nuevos representantes de sus respectivos parlamentos regionales. A estas se suman las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, que han hecho lo propio con los miembros de sus respectivas Asambleas. Se han quedado fuera Andalucía, Cataluña, Galicia, País Vasco y Castilla y León. Asimismo, han tenido lugar simultáneamente las elecciones municipales, donde 8.112 ciudades y pueblos del país han configurado los nuevos plenos locales.En este ámbito, las tornas han cambiado mucho en los últimos cuatro años y los resultados representan un gran adelanto de lo que podría acontecer en las votaciones nacionales. Si el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) fue la fuerza más votada en la mayoría de comicios autonómicos celebrados en 2019, el mapa se ha se ha teñido de azul en 2023, como ya vaticinaban los últimos sondeos. De hecho, el PP ha obtenido 1,7 millones de votos más que en 2019 y se ha impuesto en siete de las 12 comunidades que entraron en liza (Cantabria, Aragón, La Rioja, Comunidad Valenciana, Islas Baleares, Comunidad de Madrid y Región de Murcia), además de en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
Y es que a la renovada confianza de los electores a nivel nacional se le ha unido la buena valoración lograda por presidentes regionales como Juanma Moreno (Andalucía), Alfonso Rueda (Galicia) o la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Esta última ha superado incluso la cifra de escaños obtenidos en 2021. Ahora bien, los populares solo han alcanzado la mayoría absoluta en dos de las zonas en disputa, Madrid y La Rioja, por lo que tendrán que llegar a un fluido entendimiento con Vox que le permita no solo cosolidarse en el poder, sino también gobernar con cierta tranqulidad.
Un patrón similar se repite en el cómputo municipal. Aquí los resultados del 28M muestran también un vuelco a favor del PP, que se ha impuesto en 27 de las 50 capitales de provincia (con 13 mayorías absolutas) y en 459 municipios.
Elecciones generales: una izquierda en declive y fracturada
A raíz del durísimo revés sufrido en las elecciones autonómicas y municipales, el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha decidido romper el calendario y adelantar las elecciones generales al próximo 23 de julio para movilizar el voto de la izquierda. ¿Logrará persuadir a quienes ya le han enviado un claro mensaje de castigo desde las urnas?A fecha de mayo, todas las encuestas dan como ganador al PP, eso sí, con porcentajes lejanos de la deseada mayoría absoluta y, con ello, una marcada dependencia de Vox. Llegado este punto, si los resultados de la fuerza liderada por Abascal fueran insuficientes, cabe preguntarse qué otras opciones con representación parlamentaria podrían sumarse a la propuesta de Alberto Núñez Feijóo tras el debilitamiento de Ciudadanos.
Justamente el mal opuesto es el que aqueja al PSOE, que cuenta con varias opciones de alianza dentro de la izquierda, como UP o Sumar, aunque ninguna lo suficientemente potente como para catapultarle directamente al poder. De repetirse el patrón de 2019, la agrupación liderada por Pedro Sánchez se vería obligada nuevamente a pactar con partidos independentistas para lograr la mayoría en el Congreso. No en vano, el sistema parlamentario español exige que la investidura se produzca con el respaldo de una mayoría absoluta en primera votación (176 diputados) o con mayoría simple en segunda votación (contando con más votos a favor que en contra). ¿Conseguirán los cada vez más mediáticos debates sobre el estado de la nación dar la vuelta a la tortilla? ¡Se abren las apuestas!