, lo que la convierte en la segunda más contaminante del planeta; algo que la propia ONU decretó en 2018 cuando declaró la emergencia ambiental en el sector. Fue entonces cuando comenzó el auge de un concepto que, si bien llevaba ya un tiempo circulando, todavía no copaba titulares: la moda sostenible. Pero ¿qué es exactamente? En términos generales, se define como una manera de pensar y confeccionar prendas de vestir desde la conciencia social y ambiental en todas las etapas de la cadena de valor. Los criterios para evaluar dicha sostenibilidad son, no obstante, muy diversos y, en ocasiones, incluso contradictorios. Así, un artículo hecho de plástico reciclado puede ser considerado sostenible por algunos, mientras que otros argumentarán que no lo es al usarse un material que de por sí tiene un efecto negativo en el medio ambiente. El resultado es una etiquetación en ocasiones ambigua de la ropa que dificulta el proceso de compra de aquellas personas que buscan moda respetuosa con el entorno. De hecho, cerca de dos
de las marcas.
La población apuesta por la sostenibilidad
Pero estas dudas no son más que una respuesta a la creciente importancia que ha adquirido entre la población. En 2022, el grado de
sostenibilidad de los productos vinculados con la moda ya desempeñaba al menos un ligero papel en la decisión final de compra del 60% de los usuarios. Asimismo, en países como Estados Unidos y Reino Unido se registran cada año más de 341.000 búsquedas de Google sobre el tema. Esta mayor concienciación, inevitablemente, ha impacto de forma positiva en sus ventas. En el último año, la también denominada
moda ética aumentó su tamaño de mercado, cerrando 2023 con un valor próximo a los 8.200 millones de dólares de estadounidenses, en lo que supone un máximo histórico. De esta forma, y si bien su
peso en la industria de ropa global sigue siendo relativamente bajo debido a que este tipo de artículos tienden a tener un precio más elevado, representa actualmente alrededor del 5% de la facturación total del sector y se prevé que superé el 6% para 2026.
La visión de las empresas
Y es que, aun cuando la mayoría de grandes marcas líderes de
fast fashion redujeron la presencia de moda sostenible entre sus colecciones en los primeros meses de 2021 y muchas todavía contienen altos porcentajes de sintéticos en sus artículos, es cierto que cada vez son más las empresas que apuestan por la investigación y desarrollo de los llamados materiales de “siguiente generación” dentro del mercado de ropa. No solo eso, sino que se viene observando un
progresivo aumento de materias primas preferentes —definidas como aquellas que producen mejores resultados e impactos ambientales y de sostenibilidad social en comparación con la producción clásica— en la elaboración de las prendas de vestir. En la actualidad, casi la mitad de las fibras utilizadas en la industria de la moda pertenecían ya a esta categoría, siendo
Europa la región en la que más penetración tienen. Ahora bien, son
el algodón y el plumón en los que se percibe una mayor renuncia de los tipos tradicionales por parte de las marcas. Concretamente, la versión preferente de estos materiales, incluyendo los reciclajes, representa habitualmente el 67% y el 97% del uso total de cada uno de ellos. En el caso del poliéster o la lana, sin embargo, es evidente que queda mucho trabajo por hacer, ya que existe todavía un claro dominio de los textiles convencionales.
El papel de la reventa en la búsqueda de una moda más sostenible
Eso sí, más allá de los necesarios cambios en la fabricación de los artículos, la implantación de
modelos circulares también en la comercialización es una parte fundamental en el camino hacia una moda más sostenible. La reventa es una de estas alternativas y, aunque un considerable porcentaje de
minoristas todavía considera que es una opción demasiado complicada y reconocen no saber ni siquiera por donde comenzar, goza de notable popularidad entre los consumidores. Es más, según un estudio reciente, se estima que en unos diez años en torno a la
quinta parte del armario de un individuo medio esté integrado por ropa de segunda mano. Además,
plataformas como The RealReal y ThredUp, que ofrecen la posibilidad de adquirir este tipo de prendas, así como de vender aquellas que ya no se usan pero siguen estando en buena calidad, han ayudado a desmontar algunos de los mitos asociados a esta clase de moda como la falta de rentabilidad. Solo en 2023, algunas de ellas lograron ingresar más de 320 millones de dólares a nivel mundial; unas cifras que, a pesar de que todavía se encuentran lejos de las cantidades de dinero reportadas por las principales empresas de "moda rápida", no son para nada insignificantes.
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