El acceso al agua y la seguridad alimentaria ocupan un lugar cada vez más importante en la lista de problemas a resolver por los gobiernos de todo el mundo. Cuatro de cada diez mexicanos considera que el suministro de agua y alimentos constituye uno de los mayores desafíos de su país, según la encuesta Statista Global Consumer Survey realizada entre octubre de 2021 y septiembre de 2022. En Sudáfrica, esta preocupación es aún mayor, ya que más de la mitad de los encuestados en esa nación lo califican como uno de los retos más importantes.
La escasez de agua potable y la malnutrición son problemas que suelen asociarse principalmente a los países de muy bajos ingresos y con altos niveles de pobreza. Sin embargo, la guerra en Ucrania ha demostrado lo frágiles que son las cadenas de suministro mundiales, al verse afectado el abastecimiento de trigo y otros cereales, cultivos esenciales para la seguridad alimentaria en muchas partes del mundo. Si a esto le añadimos el creciente impacto del cambio climático, los habitantes de los países más desarrollados también empiezan a preocuparse por la seguridad del agua y los alimentos.
Por ejemplo, alrededor del 27% de los estadounidenses encuestados consideran que el suministro de agua es uno de los mayores retos a los que se enfrenta su país. En Europa, en cambio, la proporción de encuestados que ven la escasez de agua y alimentos como un problema importante es comparativamente baja, con sólo dos encuestados de cada diez en España, Reino Unido y Francia.