De acuerdo con el último informe de Naciones Unidas "El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2022", el hambre afecta actualmente a un total de 56,5 millones de latinoamericanos y caribeños.
Entre las principales razones detrás del deterioro de la situación alimentaria en la región se encuentra la crisis económica y política que atraviesa Venezuela desde hace varios años. De un promedio del 8,4% de la población venezolana subalimentada entre 2004 y 2006, esta proporción se ha triplicado hasta rozar el 23% entre 2019 y 2021. Además, tal y como indica la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, más conocida como FAO (por su sigla en inglés), en 2020 la pandemia de COVID-19 contribuyó a un aumento relativamente pronunciado del hambre y la inseguridad alimentaria en América Latina y el Caribe.
Como se aprecia en este gráfico de Statista, otra de las naciones de la región que se enfrenta a serias vulnerabilidades en cuanto a seguridad alimentaria es Haití, donde el hambre afecta a casi la mitad de la población (unos 5,4 millones de haitianos). La prevalencia de subalimentación es definida por la FAO como la proporción de la población cuyo consumo habitual de alimentos es insuficiente para mantener una vida activa y saludable.