La industria minera en Perú y Chile - Datos estadísticos
La importancia del cobre
La región conformada por ambos países es la principal a nivel global con 11 de las 20 minas de cobre más grandes del mundo. Por ello, no es de extrañar que Chile sea líder de la producción mundial y Perú ocupe el segundo lugar con 5,6 y 2,2 millones de toneladas métricas del preciado metal durante 2021, respectivamente. La extracción y comercialización del cobre ha trascendido las fronteras de la mera minería, abriéndose a una atractiva oferta de rutas turísticas y de senderismo como la "Ruta del Cobre", en la región chilena de O'Higgins.La minería como sinónimo de desarrollo económico
La industria minera se ha afianzado, indudablemente, como uno de los motores económicos de la zona. Tan solo en Chile, la actividad generó un 14% del producto interno bruto (PIB) en 2021, es decir, una contribución superior a los 46.000 millones de dólares estadounidenses. Más aún, la industria es una de las que más inversiones reciben. En 2020, la cifra de capital recibido se aproximó a los 8.000 millones de dólares, lo que significó un 15% del total nacional. Asimismo, la actividad minera también genera un número importante de trabajos directos. No en vano, durante el primer trimestre de 2022 se registraron un total de 259.000 empleos directos.El escenario en Perú es muy similar. Allí, el sector se mantiene entre uno de los más atractivos en América Latina para los inversionistas, generando unas aportaciones de capital de 5.240 millones de dólares en 2021. En cuanto al mercado laboral, un estudio reciente del Instituto Peruano de Economía (IPE) señala que por cada puesto de trabajo en minería se generan otros 6,25 en el resto de la economía. En total, la industria dio empleo directo a 226.000 personas en 2021, la cifra más alta de la última década.
No todo lo que brilla es oro (o cobre)
Aunque la minería está asociada al desarrollo nacional, también se ha abierto la discusión sobre su papel en el crecimiento de la brecha económica y la desigualdad. Un ejemplo de ello son los grandes patrimonios generados por los gerentes e inversores de las empresas mineras, frente a las pésimas condiciones de vida de los trabajadores del sector. En concreto, los dos chilenos más ricos del mundo han amasado sus fortunas gracias a sus incursiones en el sector y dos de los tres peruanos con mayor patrimonio neto también están estrechamente ligados a esta industria. Esto ha provocado fuertes levantamientos sociales en ambos países. En memoria reciente puede destacarse el estallido social de 2020 en Chile y las manifestaciones contra la industria en la región de Antamina en Perú en 2021.Otro de los problemas cruciales que enfrenta el sector es el negativo efecto ambiental que produce, hecho que azuza aún más la ya creciente preocupación existente por el medio ambiente en América Latina. Entre las consecuencias más notables figuran los gases emitidos durante el proceso de extracción que dañan a la atmósfera, la alteración de la dinámica fluvial, la contaminación de las aguas cercanas a las minas y, en el caso concreto de la fundición de cobre, la acidificación de la tierra que provoca la destrucción de bosques y vegetación en las tierras adyacentes.