La inmigración ilegal en España - Datos estadísticos
No todas las praderas son verdes en la otra orilla
Sin embargo, la situación no solo no mejora cuando se arriba al país de destino, sino que a veces incluso empeora. Cuando una entrada ilegal es detectada, los inmigrantes son esperados en la frontera y a veces devueltos “en caliente”, si bien es cierto que la mayoría de ellos pasan a ser ingresados en alguno de los centros de Internamiento de extranjeros (CIE) activos en España. Una gran parte de ellos son devueltos o expulsados, pero otros muchos puestos en libertad, quedando estos últimos en un limbo que los conduce, en la mayoría de los casos, a intentar sobrevivir durante los tres años siguientes con el fin de conseguir una autorización de residencia por arraigo social.
Un nuevo fenómeno social: los MENA
Capítulo aparte merecen los menores extranjeros no acompañados (MENA), cuyo número de entradas se ha incrementado a la sombra del aumento general de la inmigración irregular en el país. La mayoría de ellos llegan a las costas españolas en pateras, provenientes de Marruecos y Senegal, y acaban internados en centros o en familias de acogida. Los más inconformistas, que deciden escaparse, corren el riesgo de terminar ejerciendo la delincuencia o en redes de explotación laboral, prostitución o trata de personas.