Las cifras publicadas ayer por el Instituto Internacional de Investigaciones para la Paz de Estocolmo (SIPRI) revelan hasta qué punto aumentó, tras la invasión rusa de Ucrania, el gasto militar en Europa en 2022, llegando a niveles de la Guerra Fría.
Europa fue la región que registró una mayor subida interanual en el gasto militar (13%), lo que contribuyó a que el gasto mundial creciera por octavo año consecutivo hasta alcanzar una cifra récord de 2,24 billones de dólares, un 3,7% interanual más en términos reales.
Según la fuente, el aumento del gasto europeo “se debió en gran medida al gasto ruso y ucraniano”. Sin embargo, “la ayuda militar a Ucrania y la preocupación por el aumento de la amenaza rusa influyeron notablemente en las decisiones de gasto de muchos otros países, al igual que las tensiones en Asia Oriental”.
Se calcula que el gasto militar de Ucrania aumentó un 640%, hasta los 44.000 millones de dólares —el 34% de su PIB—, mientras que el gasto de Rusia creció un 9,2%, hasta unos 86.400 millones de dólares —el 4,1% de su PIB—. Sin embargo, a lo largo de la última década, la inversión militar ya había aumentado sustancialmente en los países vecinos de Rusia.