Con la intensificación del conflicto entre Irán e Israel, el estrecho de Ormuz ha vuelto a estar en el centro de atención de los observadores internacionales. Ubicado entre Omán e Irán, este estrecho es uno de los principales puntos de estrangulamiento marítimo del mundo. En 2023, los flujos que lo atravesaron representaron más de una cuarta parte del comercio marítimo global de petróleo y aproximadamente una quinta parte del comercio mundial de gas natural licuado.
Aunque el reciente alto el fuego entre Irán e Israel reduce la probabilidad de un cierre del estrecho, las amenazas iraníes de clausurarlo, junto con el ataque a bases estadounidenses en Qatar, han impactado en el precio del petróleo. En caso de una suspensión prolongada, también podría generarse una escasez física del recurso. Si bien Teherán ha amenazado en repetidas ocasiones con cerrar el paso, hasta ahora nunca lo ha hecho por completo.
El siguiente gráfico, elaborado con los datos más recientes de la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA), muestra que en 2023 el flujo medio de petróleo a través del estrecho fue de 20,9 millones de barriles diarios. Según estimaciones de la EIA, el 83% del crudo y condensado que cruzó el paso tuvo como destino mercados asiáticos, siendo China, India, Japón y Corea del Sur los principales receptores. En el mismo año, Estados Unidos importó unos 0,5 millones de barriles diarios a través del estrecho, lo que representó cerca del 8% de sus importaciones de crudo y condensado, y el 2% de su consumo total de líquidos derivados del petróleo.
En términos de volumen de tránsito de petróleo, el único punto de estrangulamiento marítimo más importante que Ormuz es el estrecho de Malaca, que conecta el océano Índico con el Pacífico. En 2023, se estima que por allí transitaron 23,7 millones de barriles diarios, consolidándose como el principal cuello de botella energético de Asia. Por su parte, el canal de Suez, el oleoducto SUMED y el estrecho de Bab el-Mandeb constituyen rutas estratégicas para el transporte de petróleo y gas natural desde el Golfo Pérsico hacia Europa y América del Norte. El canal de Suez y el oleoducto SUMED —ambos ubicados en Egipto— conectan el mar Rojo con el Mediterráneo, mientras que el estrecho de Bab el-Mandeb, situado entre el Cuerno de África y Oriente Medio, enlaza el mar Rojo con el golfo de Adén y el mar Arábigo.




















