Según un estudio de la organización benéfica de medio ambiente EarthWatch Institute, la mayoría del plástico que acaba en los océanos procede de los ríos. Una buena razón para realizar un análisis centrado en los efectos que el uso de este material tiene en los ecosistemas hídricos. Tal y como muestra este gráfico de Statista, según los resultados del estudio, con datos de Europa, las botellas constituyen hasta un 14% del plástico encontrado en estas masas de agua en el Viejo Continente, los envoltorios de comida, el 12%, y las colillas, el 9%. Alrededor del 37,5% del plástico presente en el agua dulce de Europa está asociado al consumo de los ciudadanos en su vida diaria.
El plástico puede tardar hasta 500 años en degradarse en el fondo marino y por ello son varias las iniciativas que en los últimos años se están llevando a cabo para frenar la contaminación por plásticos. Es el caso del Día Internacional Libre de las Bolsas de Plástico, que se celebra cada 3 de julio, o la Directiva sobre Plásticos de un Solo Uso que aprobó la UE en 2019 y que entra en vigor mañana, que obliga a los estados miembros de la Unión Europea a aplicar una serie de medidas para eliminar los plásticos de un solo uso.