México
El número anual de homicidios en México sigue siendo alarmante, a pesar de los esperanzadores datos para el primer trimestre de 2022 compartidos por el Gobierno mexicano, según los cuales la cifra se había reducido un 9,1% en comparación con el año anterior. Ahora bien, tan solo en 2021 tuvieron lugar alrededor de 43.000 casos, es decir, 10.000 más que en 2015.Para entender esta espiral de violencia en el país del mezcal hay que remontarse a 2006. En ese año, Felipe Calderón anunció el inicio de una guerra contra el narcotráfico con la finalidad de retomar el control del país y frenar la expansión de los crecientes cárteles de drogas. Las medidas tomadas para detener el avance de las organizaciones criminales, a pesar de necesarias, han resultado ineficaces y en ciertos casos hasta contraproducentes, convirtiendo ciertos distritos en auténticas zonas de guerra. De hecho, las ocho ciudades con mayor tasa de homicidios en América Latina en 2021 se encuentran en México y entidades federativas como el Estado de México, Guanajuato, Michoacán y Baja California registran cifras superiores a los 3.000 homicidios anuales cada una.
La seguridad pública no es la única que ha sufrido los estragos de la violencia en territorio azteca, también la economía nacional ha sufrido un gran impacto. Se estima que el costo per cápita de la prevención y contención de la violencia superan los 70.000 pesos mexicanos en algunos estados, una cifra superior al salario mínimo anual y los ingresos promedio de la mayoría de las familias mexicanas.
América Central
El Salvador es un caso especial, ya que desde 2015 el número de homicidios por cada 100.000 personas se ha reducido de forma constante, pasando de ostentar una de las tasas más altas de América Latina a una de las más bajas. El actual Gobierno ha concentrado sus mayores esfuerzos en reducir la criminalidad interna y así convertir el estado salvadoreño en un ejemplo para América Central. Pese a ello, la seguridad del país se vio amenazada por una nueva ola de violencia en 2022, que se cobró la vida de 62 personas el 26 de marzo y desembocó en una movilización de las fuerzas armadas nacionales para desmantelar las organizaciones criminales Barrio 18 y MS-13. Ahora bien, el caso de El Salvador no es el único. Honduras y Guatemala han repetido patrones similares con tasas de homicidios decrecientes desde 2014 y notables incrementos en 2021. Así pues, a pesar de los logros conseguidos, los miembros de esta región siguen estando en lo más alto de ranking de los países con mayores tasas de homicidios.El Caribe
Como se ha mencionado anteriormente, Jamaica tiene la cifra homicidios más alta de América Latina y el Caribe. Tan solo en 2021 se cometieron 1.463 asesinatos en el paraíso tropical y la situación no parece que vaya a mejorar, ya que el tráfico de armas, los trabajos forzados y la venta de droga se han convertido en el día a día de muchos habitantes de la isla. El gobierno jamaiquino tampoco cuenta con suficientes herramientas para combatir el incremento de la violencia, puesto que la escasa disponibilidad de recursos se ha visto severamente golpeada por la pandemia de COVID-19 en un país que depende fuertemente del turismo. Este es un caso similar al de ptras áreas como Trinidad y Tobago, República Dominicana o Puerto Rico. Tan solo en San Juan (Puerto Rico), la tasa supera los 38 asesinatos por cada 100.000 habitantes en 2021.América del Sur
Venezuela es el país más violento de América del Sur. En ello tienen mucho que ver su difícil situación sociopolítica y unas duras condiciones económicas marcadas por la inflación más alta a nivel mundial, la escasez de productos de primera necesidad y el cerco a las exportaciones de petróleo venezolano impuesto por Estados Unidos en 2019. Este cúmulo de factores ha provocado que sus habitantes sean incapaces de satisfacer sus demandas de bienes y servicios más básicos tanto en zonas rurales como en las grandes urbes. De hecho, Cumaná y Guayana se han convertido en dos ciudades más peligrosas del país, con tasas superiores a los 62 asesinatos por cada 100.000 habitantes.Por otro lado, Colombia se erige como el segundo país con la mayor tasa de homicidios debido, entre otros factores, al conflicto armado interno que padece desde hace décadas. De hecho, la cifra de asesinatos no ha bajado de los 24 casos por cada 100.000 habitantes desde 2014. Lo que comenzó como una guerra entre partidos políticos ha ido evolucionando con el tiempo a la vez que aparecían nuevos actores como los carteles de drogas, grupos armados y organizaciones criminales. Para hacerse una idea de la magnitud del problema, entre 1985 y 2018 se han registrado más de 450.000 víctimas mortales, 7,5 millones de desplazados y 121.000 desaparecidos.