Criptomonedas - Datos estadísticos
El bebé va creciendo
El concepto de criptomoneda fue descrito ya por Wei Dai en 1998, pero hubo que esperar hasta 2009 para que la primera criptodivisa, el bitcoin, viera la luz de la mano de Satoshi Nakamoto. Quince años después, si bien esta sigue siendo la más conocida, se han ido desarrollando muchas otras altcoins como el ethereum (ETC), el binance coin (BNB) o el dogecoin (DOGE).
Entre las diferencias más importantes de las criptomonedas con respecto al dinero tradicional figuran las siguientes:
- Descentralización. No requieren el control de ninguna institución y funcionan sin intermediarios.
- Tecnología blockchain. El control de cada moneda se gestiona a través de una base de datos descentralizada, usualmente una cadena de bloques, que está compartida en la red y protegida de tal forma que todos los datos que alberga no puedan ser ni alterados ni eliminados.
- Irreversibilidad. Una vez se efectúa el pago de una operación no hay posibilidad de cancelación. Para revertir una transacción es necesario ejecutarla en el sentido contrario.
- Volatilidad. Su valor puede variar en cuestión de minutos en función de la oferta, la demanda y el compromiso de los usuarios.
Adquisición de criptodivisas: minería, intercambios y carteras
El valor de las criptomonedas ha crecido como la espuma en los últimos años, atrayendo el interés principalmente de inversores privados que pueden elegir entre dos opciones: minar la moneda ellos mismos o adquirirlas en un intercambio. Cabe destacar que la rentabilidad del minado varía mucho en función de la complejidad de la divisa, pues a mayor dificultad, mayor es el consumo de tiempo y electricidad. Por ello, cada día más inversores optan por comprar monedas digitales a un operador, las cuales son almacenadas en un monedero digital. Es en esta área es donde ha surgido una nueva línea de negocio con múltiples proveedores, entre los que destacan Coinbase y Blockchain.com. Así, por ejemplo, se estima que este último contaba en el segundo trimestre de 2021 con más de 70 millones de usuarios. Un ascenso similar ha sido también el experimentado por los cajeros de bitcoin y otras criptomonedas.
Ahora bien, no solo usuarios privados y especuladores parecen apreciar las lucrativas oportunidades de las criptomonedas. Actualmente, varios bancos centrales están desarrollando monedas digitales como medio de pago oficial en sus respectivos países. Buenos ejemplos de ello se encuentran en Latinoamérica, como el Sand Dollar o dólar digital bahameño (emitida por el Banco Central de las Bahamas) y el e-peso en Uruguay.
No todo son ventajas
Sin embargo, no todo son ventajas. Por una parte, las criptodivisas siguen a día de hoy sin estar reconocidas como medio oficial de pago a nivel mundial, salvo excepciones como la de El Salvador, pionero en aceptar el bitcoin como moneda de curso legal en septiembre 2021. Justo la actitud opuesta es la adoptada por China, que ha prohibido el intercambio, la obtención y la circulación de criptomonedas dentro de sus fronteras.
Por otra parte, como ya se ha mencionado, la rentabilidad depende en gran medida de la complejidad de las divisas y una interrupción en el minado a causa de incidencias en las infraestructuras de Internet, del precio de la energía o de un “gran apagón” resulta nefasta para su estabilidad. Así se desprende, por ejemplo, del episodio vivido durante las protestas ciudadanas en Kazajstán por los precios del gas licuado en enero de 2022. El gobierno del país, Toyakev, declaró el estado de emergencia y cerró el acceso a Internet, hecho que, sumado al caos eléctrico, se tradujo en un desplome por debajo de los 41.000 dólares del valor del bitcoin.