Radiografía del sector informal
Para entender la informalidad en México, hay que observar primeramente las diferencias regionales, sectoriales, de género y de edad existentes, ya que definen el mercado.- Género. Debido a que las mujeres soportan la mayor parte del peso de las labores domésticas, la tasa de informalidad femenina es tradicionalmente más elevada que la masculina.
- Lugar de residencia. Más de la mitad de los empleos creados en 20 de las 32 entidades federativas mexicanas en 2022 tuvieron carácter informal. Cabe destacar una clara línea divisoria entre los estados situados al norte y al sur del país. Aquellos ubicados en la frontera con Estados Unidos presentaban las cifras más bajas de ocupación informal, con porcentajes inferiores al 40%, mientras que los más meridionales registraban valores superiores al 70%.
- Edad. Por extraño que pueda sonar, no es de los más jóvenes de los que se alimenta el sector informal. De hecho, la población menor de 24 años supone apenas un 19,2%. Muy por el contrario, los ocupados de entre 25 y 44 años representan dos quintas partes de los 32 millones de integrantes de esta categoría.
- Nivel de estudios. Una de las características más reseñables es el alto nivel de formación del mercado informal azteca. Más de una cuarta parte de los trabajadores informales tienen un nivel de estudios medio superior o superior completado. Dicho de otra forma, tener una excelente formación académica no es garantía de obtener un empleo dentro del sector formal.
Problemas de la economía informal
La economía informal es una respuesta natural a la falta de acceso a empleos formales (ya sea por escasez de puestos o por falta de capacitación para cubrirlos) y a las patentes deficiencias de las políticas públicas, que no pueden garantizar el bienestar básico de toda la población mexicana. No obstante, no todo son ventajas. Desde la perspectiva gubernamental, la informalidad afecta negativamente al crecimiento y al bienestar social, al reducirse considerablemente la recaudación proveniente de impuestos laborales. Desde la del empleado, es sinónimo de gran inestabilidad y desprotección laboral: desde las inexistentes vacaciones garantizadas, hasta la falta de acceso a servicios médicos, pasando por un sueldo generalmente por debajo de lo legalmente establecido o incluso sin remuneración. No es baladí que más de un 20% de la población en situación informal haya recibido unos ingresos laborales inferiores al costo de la canasta alimentaria en 2022.Una de las posibles soluciones debería orientarse hacia su formalización, opción que permitiría la constitución legal de esas actividades. Asimismo, el Gobierno también debería definir una política incentivadora de la formalidad -ofreciendo, por ejemplo, rebajas a las empresas en las cuotas de sus empleados- de forma tal que este ahorro resulte más beneficioso que la propia informalidad.