Según un informe publicado recientemente por la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), alrededor de 13,7 millones de personas trabajaban en el sector de las energías renovables en todo el mundo en 2022. Esta cifra casi duplica los 7,3 millones de puestos de trabajo que tenía el sector en 2012.
La energía solar fotovoltaica encabezó la generación de empleo en 2022, con 4,9 millones de puestos de trabajo, más de un tercio de la fuerza laboral total en el sector de las energías renovables. Le siguieron la bioenergía —incluye biocombustibles líquidos, biomasa sólida y biogás—, con unos 3,6 millones de empleados, y la energía hidroeléctrica, que operaba con unos 2,5 millones de trabajadores.
El informe indica que las energías renovables atraen una creciente inversión que favorece la creación de empleo en un cada vez mayor número de países. Sin embargo, la mayoría de los llamados «empleos verdes» todavía se concentran en un reducido grupo de países como China, que aglutina el 41%, Brasil, algunas naciones de la Unión Europea, Estados Unidos o India. China es el país que más puestos de trabajo alberga, con más de 5,5 millones de empleados en sus potentes industrias fotovoltaica y eólica. El segundo es Brasil, que emplea a 1,4 millones de personas, muchas de ellas en biocombustibles, mientras que en la UE alrededor de 1,6 millones de personas trabajan en distintos subsectores.