La firma de esta absorción se fraguó en la misma época que Marvel daba los primeros pasos hacia la que estaba llamada a convertirse en la franquicia más taquillera de la historia del cine. Y es que, si bien la empresa ya había llevado previamente a la gran pantalla a alguno de sus personajes míticos de cómic, el Universo Cinematográfico de Marvel no nació oficialmente hasta el estreno de Iron Man en 2008. Una película que, cabe señalar, es una de las que que mejor acogida ha recibido por parte de la crítica hasta el momento, pese a quedarse muy por detrás en términos de recaudación de la saga de mayor éxito dentro de la franquicia: Vengadores. De hecho, el tráiler de su última entrega, Vengadores: Endgame, registró cerca de 290 millones de visualizaciones en todo el mundo en tan solo 24 horas, superando incluso a uno de los remakes no animados de Disney más esperados de los últimos años: El rey león. Así no es difícil de imaginar por qué los actores que encarnan a sus protagonistas se encuentran entre los mejor pagados de Hollywood.
El éxito cinematográfico ha reforzado a la editorial que ya durante los años setenta se posicionó entre las principales del sector estadounidense. Su cuota de mercado minorista se ha mantenido por encima del 33% desde 2010. Asimismo, solo en 2019 lanzó al mercado más de 1.600 13 títulos, entre tebeos y novelas gráficas, colocando nueve cómics entre los 20 más vendidos en Estados Unidos y Canadá.
Por su parte, y aunque su inclusión televisiva no sea tan conocida, dentro de este Universo Cinematográfico se incluyen algunas series que no han sido mal valoradas por la audiencia global. Concretamente, Daredevil, la historia de una abogado que se convierte en justiciero tras perder la vista en un accidente y ver como sus sentidos restantes se potencian en consecuencia, se sitúa entre los programas más demandados en plataformas digitales no solo en Estados Unidos, sino también en España.