Las plataformas de economía colaborativa - Datos estadísticos
Actualmente, la inversión realizada en empresas dedicadas a la economía colaborativa a nivel mundial es de millones de dólares, y no se trata solo de inversiones a gran escala en compañías que cotizan en bolsa, sino también de pequeñas empresas y proyectos que, a pesar de ser muchos de ellos sin ánimo de lucro, están generando un gran impacto social. Es el caso, por ejemplo, de plataformas como Airbnb, la cual ocupa uno de los primeros lugares en el ranking mundial de empresas de economía colaborativa por valor de mercado.
En España, el término de economía colaborativa empezó a utilizarse de manera más común entre los años 2012 y 2013, especialmente en el sector turístico. A partir de entonces, las plataformas de comercio colaborativo comenzaron hacerse cada vez más populares y ya en el año 2016 aproximadamente el 40% de los ciudadanos españoles había escuchado hablar de ellas. Entre los distintos motivos de compra en plataformas de comercio colaborativo, el ahorro cuenta como uno de los principales motores impulsores, junto con otras ventajas como son la optimización de los recursos disponibles o los beneficios medioambientales.
Pero no es oro todo lo que reluce. La falta de regulación, la competencia desleal, la desprotección del consumidor y la creación de monopolios son varias de las desventajas que pueden surgir como consecuencia del uso del comercio colaborativo. Así, por ejemplo, uno de los principales problemas que han tenido que afrontar los usuarios españoles de estas plataformas es que el producto o servicio adquirido no siempre cumple con las expectativas de los mismos. A pesar de todo ello, las plataformas de economía colaborativa siguen en auge, captando cada vez más adeptos y cambiando por completo, como ya se comentó anteriormente, los nuevos modelos de consumo.