El Everest sigue llenándose de gente

Hace siete décadas, Edmund Hillary y Tenzing Norgay alcanzaron con éxito la cima del monte Everest, convirtiéndose en los primeros alpinistas en conquistar la montaña más alta del mundo. Desde aquella increíble hazaña en mayo de 1953, cada vez son más los alpinistas que intentan subir al "techo del mundo". Tanto es así que la cumbre del Everest está cada vez más congestionada y la montaña, en especial el campamento base 4, más llena de basura.

En la década de 1990 se produjo un auténtico boom de ascensos al Everest. En el gráfico de Statista, basado en los datos de The Himalayan Database, se puede apreciar cómo ha crecido el número de ascensos anuales desde entonces. El último pico se alcanzó en 2019, año en el que alrededor de 878 personas visitaron la cumbre del monte Everest. Si no hubiera sido por la pandemia de coronavirus, probablemente muchas más personas habrían estado en "Sagarmatha", como se conoce al Everest en Nepal, en 2020. Este año, con la actividad en la montaña ya recuperada, cerca de 660 escaladores han llegado a la cumbre.

El hecho de que el número de escaladores haya aumentado de forma tan espectacular en los últimos años se debe, en parte, a un equipamiento cada vez mejor. Por otro lado, ascender a la montaña es un negocio lucrativo, ya que muchas personas han llegado a pagar hasta 100.000 euros por hacerlo.