La abstención, la mayor amenaza en las elecciones europeas

La baja participación es desde hace años el fantasma que persigue a los comicios al Parlamento Europeo en muchos países del Viejo Continente, entre ellos España. Y es que la abstención está frecuentemente más presente cuando uno vota a nuestros representantes políticos en Bruselas que a nivel nacional y regional. Para hacerse una idea de la diferencia entre unos comicios y otros sirva el dato de participación de los últimas elecciones generales al Congreso del pasado abril. En ellas, el 75,8% de los ciudadanos españoles con derecho a voto se acercaron a las urnas, cifra que fue de casi la mitad, del 43,8%, en los comicios europeos de 2014. A nivel comunitario la proporción es todavía menor: solo el 42,6% de los europeos votaron en las elecciones de 2014, dato que también engloba aquellos países con voto obligatorio, como Bélgica y Luxemburgo.