Un 47% de los italianos, 46% de los brasileños y 40% de los estadounidenses creen que pagan demasiado por medicamentos y tratamientos médicos, según Statista Consumer Insights. La percepción del gasto en salud es alta en los países occidentales, mientras que en mercados como China (12%) o Sudáfrica (24%) la queja es mucho menor.
Este malestar ciudadano choca con la realidad de un sistema farmacéutico dominado por grandes laboratorios y, en el caso de Estados Unidos, con una política sanitaria cada vez más marcada por la polarización política. En este terreno de desconfianza surge un actor inesperado: Donald Trump. Recientemente, el presidente relacionó el uso de Paracetamol en el embarazo con el autismo. Sin embargo, el paracetamol, comercializado en Estados Unidos bajo la marca Tylenol (y uno de los analgésicos con más uso en el mundo) es considerado por los médicos como un medicamento seguro.



















