Tras un mes de junio excepcionalmente cálido en el que se batieron varios récords de altas temperaturas en ciudades europeas, muchas ciudades sufrieron la primera ola de calor extremo del verano en la última semana de junio y los primeros días de julio de 2025. Según datos del Grantham Institute, varias ciudades experimentaron un exceso de muertes atribuibles al calor.
Milán, con 159 muertes por cada millón de habitantes, fue la ciudad más afectada entre las doce estudiadas, elegidas "por tratarse de grandes centros urbanos, repartidos geográficamente por toda Europa y abarcando una serie de subregiones diferentes, y en los que se habían emitido alertas sanitarias por calor". A Milán le sigue Roma, donde hubo 131 muertes por millón de habitantes, y Barcelona, con 125. Atenas (77), Lisboa (65) y Frankfurt (56) también registraron cifras altas. En ciudades como París (54), Londres (45) y Madrid (41), aunque las tasas fueron algo menores, el fenómeno no pasó desapercibido.
Como asegura el estudio, "la frecuencia e intensidad de los episodios de calor extremo está aumentando en Europa Occidental. En las dos últimas décadas, se ha convertido en la región que más rápido se calienta durante los meses de verano". Las olas de calor suponen "una grave amenaza para la salud humana, el bienestar y el funcionamiento de las empresas, y pueden tener profundas repercusiones en los cosistemas".



















